GRUPO LA PEÑITA

¿DE DÓNDE VENIMOS?

Gran parte de la historia reciente de Alhaurín el Grande no puede ser entendida sin la figura de Antonio Badía Rueda. Nacido en 1951 y criado allí por sus padres, José Badía Peña y Antonia Rueda Torres, fue un niño precoz que con nueve años se vio obligado por las circunstancias de la época a abandonar la escuela y ayudar a su padre en el negocio familiar, un aserradero.

Mientras su progenitor, José Badía, se dedicaba a la actividad de la recolección, Antonio debía permanecer allí y atender a los clientes que reclamaban la madera o enseres necesarios para los encofrados.

Un lustro después, José Badía Peña motivado por su gran visión de futuro y contando con el tesón y la ayuda de Antonio, decidió montar la primera gasolinera de la Costa del Sol en su pueblo de Alhaurín. Corría el año 1965 y aquella apuesta resultaba arriesgada puesto que aún no existía la proliferación actual de automóviles. Con dos surtidores y un techo de uralita echaba a andar la primera de las estaciones de servicio del Grupo Badía, cuyo nombre “La Peñita”, recibió en honor de la abuela de Antonio, Josefa Peña, muy querida y admirada entre el vecindario del pueblo, y por la que ellos sentían verdadera pasión.

Fotografía aérea de la primera Estación de Servicio La Peñita

Los proyectos empiezan a amontonarse en la cabeza de ambos emprendedores, quienes impulsados por las ganas de avanzar y bien rodeados de personas de su absoluta confianza, inauguran la primera piscina pública de Málaga en su pueblo y junto a su gasolinera, a la que acompañaron con un gran restaurante. Esto supuso un boom en la ciudad, ya que gente de todas partes acudía movida por la novedad. Posteriormente construyeron los primeros apartamentos turísticos de Alhaurín el Grande siendo además pioneros en el Valle del Guadalhorce. Completan este gran complejo abriendo un gran supermercado, con el que pretendían cambiar la forma tradicional de venta de los ultramarinos por el autoservicio.

Las estaciones de servicio comienzan a ser objetivo primordial de Antonio y centra su atención en ampliar el número de sucursales, dando no solo continuidad sino también   prosperidad a la empresa que fundó su padre.

En los años 70 implantó en la única carretera de la Costa del Sol, junto al castillo de Fuengirola, la estación de servicio que posteriormente se convertiría en buque insignia de las playas de Málaga. El crecimiento continúa, abriendo otros puntos de venta en Alhaurín de la Torre, Mijas, Churriana, Cártama, Monda o Málaga Capital, puntos a los que se  unen en la última década los aperturados en otras provincias andaluzas como Sevilla, Cádiz o Córdoba.

En los 90 se asocia con BP para dirigir el grupo de estaciones de servicio mejor gestionadas del país. Esta compañía lo ha puesto de ejemplo internacionalmente, como dealer de referencia del sur de Europa, porque Antonio era un referente para todo el que tuviera relación con él. Las personas de su entorno lo definían como una persona especial, con un binomio inteligencia-corazón fuera de lo común. Marcaba a la gente por su personalidad y forma de ser. El secreto de su éxito fue trabajar cada día a pie de negocio, y avanzar con pasos firmes, sin perder nunca la ilusión.

Actualmente son 18 las estaciones de servicio que forman el Grupo Badía o Grupo La Peñita

En 2013, tan sólo una semana después de inaugurar su último gran proyecto, la estación de servicio Universidad de Málaga, Antonio falleció de una grave enfermedad. Antonio, consciente de que podría ser su última inauguración, reunió a más de 500 de sus mejores clientes y amigos para que asistieran a la que posiblemente fuese su despedida. En la actualidad, su hermano José, junto con sus hijas y sobrinas, continúan con los pilares básicos del trabajo de Antonio: Dedicación exclusiva, humildad y seriedad, como sellos inherentes a esta “casa”, donde a pesar de que cada día, su familia, echa en falta la figura de un gran padre, un gran hermano y un extraordinario Jefe, continúan sus pasos con total firmeza y seguridad, proporcionando al grupo el avance e innovación necesario, para perdurar en el tiempo.